Conchita Martínez, una decisión unilateral
El pasado 14 de septiembre la Real Federación Española de Tenis emitía un comunicado oficial anunciando la destitución de Conchita Martínez como capitana del equipo español de Copa Davis y Copa Federación, una decisión que llegaba tan solo cuatro días después de que Rafael Nadal y Garbiñe Muguruza consagrasen su liderazgo en el tenis mundial al frente de los rankings ATP y WTA.
«Los miembros de la junta directiva han acordado, de forma unánime, un cambio en la dirección de nuestros equipos profesionales, destacando la gran labor que ha realizado Conchita Martínez en estos años al frente de los equipos más emblemáticos de nuestro tenis», rezaba el comunicado.
Las reacciones no se hicieron esperar por parte de la propia Conchita Martínez, quien mostró su malestar de la siguiente manera: «Es muy desagradecido tomar las riendas del barco cuando hay tempestad y cuando consigues la tranquilidad y el compromiso prescindan de ti. Se suponía que con la llegada de la nueva directiva la situación cambiaría, pero es más de lo mismo, el tenis sigue sin ser una prioridad».
«El abandono que he sentido durante estos meses me hacían presagiar que se prescindiría de mi trabajo, más cuando, por primera vez en los últimos años, esta nueva ejecutiva me retiró la posibilidad de acompañar a los jugadores y jugadoras y hacerles seguimiento presencial durante los Grand Slams».
«Entiendo que los relevos a veces son necesarios, y después de tres temporadas podría esperar el de Copa Davis, no así el de Copa Federación, donde las bases estaban totalmente asentadas tras cinco temporadas», expresó Conchita, quien horas más tarde insistió sobre este asunto comentando que no se tuvo en cuenta la opinión de Garbiñe Muguruza sobre su continuidad, y que ni siquiera se consultó al resto de jugadoras.
Desde la federación se argumentó la decisión así: «Hemos decidido cambiar, apoyados en un consenso general, para afrontar nuevos retos en 2018 con nuestros equipos”.
Sea como fuere, las cosas no han acabado bien entre Conchita y la federación. Puede que el consenso al que hace mención el comunicado dote de buen gobierno a los miembros de la junta directiva, y puede que no tengan por qué consultar a los jugadores sobre la continuidad o no de su seleccionadora. Pero también es cierto que las formas no parecen haber sido las idóneas para romper con la que ha sido una de las grandes figuras del tenis español.
La de Monzón ha estado en uno de los momentos más difíciles de este deporte, y cuando ha logrado la estabilidad ha sido desplazada sin más -y de manera unánime-. Ella se merece otra cosa. Ahora está por ver si el tenis español también.
Comentarios 1
MarÍa
Sep 18, 2017Me parece comPletamente injunsta la deción. Creo que despuÉs de la responsabilidad que adquiró conchita en un momento muy dificil, deberÍa haber seguido teniendo la oportunidad de estar al frente de los equipos. Una pena.